El potencial y el éxito de un equipo de trabajo, ha estado bien documentado por décadas. Un equipo es capaz de sobresalir en lo que hace a trabajo productivo de alta calidad, productividad creciente y lealtad hacia la organización.
Pero, para conseguir estos resultados, es esencial que las relaciones del equipo sean sólidas. Alcanzar el desempeño óptimo de un grupo requiere dedicación, enfoque y disciplina. Los vínculos que existen entre sus miembros necesitan ser fortalecidos continuamente.
Estas son algunas formas de desarrollar lazos grupales más sólidos para ganar ventajas en su organización en segunda instancia:
Seleccionar a las personas adecuadas.
Es una cuestión clave tener la correcta “combinación” de personas en su equipo. Tenga en cuenta aquellos con conocimientos, intereses y experiencia relevantes. Asegúrese también de que cada miembro posea adecuadas habilidades interpersonales, disfrute del trabajo en equipo y tenga disposición para la colaboración.
Fomentar un clima de trabajo en equipo.
Defina los principios básicos de trabajo desde un principio. Establezca cómo los miembros del equipo deberán:
Tomar decisiones
Definir objetivos.
Conducir reuniones
Manejar las comunicaciones
Resolver conflictos
La creación de un entorno de trabajo cooperativo representa una instancia crítica para el éxito del equipo.
Una vez que éste desafío es alcanzado, será posible para el grupo tomar como propias la misión, la estrategia y las tácticas.
Promover el diálogo abierto entre los miembros del equipo.
Uno de los propósitos de un equipo de trabajo es acrecentar los aportes por parte de cada uno de sus miembros. Un ambiente colaborativo facilitará la libre expresión de ideas y opiniones.
Ser claro respecto a las expectativas.
Estableciendo objetivos y responsabilidades compartidos contribuirá a que el equipo se desempeñe eficazmente. Las personas necesitan conocer qué resultados se espera de ellas y cuál es el plazo en que deben lograrlo.
De esta manera se crea cohesión y espíritu grupal.
Facultar a las personas para la acción.
Un equipo trabaja mejor cuando se le permite tener la autoridad para la realización de una tarea. Permita, entonces, que se hagan cargo del trabajo asignado de manera completa.
Establezca limitaciones mínimas que tengan que ver con el poder dado.
Frecuentemente, lo mejor que un Manager puede hacer es no atravesarse en el camino del equipo.
Proveer los recursos necesarios a su equipo.
Asegúrese de que el equipo tenga el lugar adecuado y el tiempo suficiente para poder hacer su trabajo.
De la misma manera, cuente con el personal técnico necesario para, por ejemplo, transformar reportes en presentaciones de Power Point, videos o CD-Rom.
También será de su interés tener un presupuesto realista a través del cual le sea posible conocer los fondos con los que cuenta para la realización de estudios de mercado, viajes de negocios y contratación de servicios de consultoría.
En síntesis, Ud. le debe hacer a su equipo el camino tan fácil como le sea posible con el objetivo de que puedan enfocarse en la maximización de su trabajo y el alcance de resultados.
Comunicar, comunicar, comunicar.
Organice las diferentes vías de comunicación cotidianas de que dispone (e-mail, teléfono, memos).
De la misma manera, desarrolle un proceso eficaz de comunicación que posibilite la transmisión en tiempo de los mensajes.
De manera similar, cree un sistema veloz para la comunicación de actualizaciones y para el feedback.
Mantener un contacto permanente representa un factor crucial en el fortalecimiento de las relaciones del equipo.
Celebrar el trabajo en equipo.
Reconozca y recompense a aquellas personas que sobresalgan en el equipo. El tipo de premio no es tan importante como el hecho de reconocer públicamente el trabajo bien hecho.
Las organizaciones necesitan contar con recursos de este tipo que tengan como propósito reconocer el valor del trabajo cooperativo y de las buenas relaciones interpersonales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario